¡Cómo nos queremos!

La educación emocional es uno de los aspectos que más nos preocupa en la educación infantil, ya que enseña a los niños a controlar y a gestionar sus emociones.

Una persona con un desarrollo afectivo y emocional adecuado será una persona segura de sí misma, con una capacidad de autocontrol y autoestima. Para trabajar ese desarrollo afectivo, esta semana nuestros alumnos de primero de infantil han estado practicando la técnica cooperativa de los círculos concéntricos.

Para realizar esta técnica, necesitamos buscar un espacio amplio en el aula. Dividimos a los niños en dos grupos y se sitúan en dos círculos concéntricos. Los del círculo interior se colocan mirando hacia fuera y los del círculo exterior, mirando hacia dentro, de manera que estén en parejas. Una vez colocados, les pedimos que le digan cosas positivas a su compañero, por qué les gusta jugar con ellos, qué es lo que más le gusta de él…

Para terminar, les pedimos que se abracen y se den un gran beso ya que es una manera de mostrar cariño, decir te quiero o de decir estoy contigo.

Esta técnica la iremos perfeccionando a lo largo de todo el curso, pues es bastante compleja, pero a su vez muy importante tanto para aprender a destacar lo positivo del que está a nuestro lado, como para favorecer la complicidad y el cariño entre ellos.

No debemos olvidar que educamos a personas, que el corazón y la afectividad serán necesarios si queremos educar de manera integral.