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Fallece la Hermana María Inmaculada Azorero a sus 58 años.

El pasado día 29 de julio, falleció la Hermana María Inmaculada Azorero Calvo, a sus 58 años de edad y a sus 38 de vida religiosa.


La Hna Macu, como comúnmente se le conocía y como ella misma se hacía llamar, nació en Escarabajosa, un pequeño pueblo de Segovia (España). A muy temprana edad, le llegó la vocación de servicio a la Iglesia desde la misma Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, a quienes conoció en el Colegio de Guadalajara. Desde muy pequeña, quiso ser educadora, vocación que fue forjando gracias al carisma y entusiasmo que desde pequeña su padre le transmitió. Era una apasionada de la lectura y ya desde pequeña se interesó por leer y seguir las obras y acciones de nuestros fundadores, María Ràfols y Juan Bonal. Ya siendo Hermana y estando aún en un proceso de formación continua del que nunca se desvinculó, cursó Magisterio en la ciudad de Toledo, al tiempo que lo compaginaba con el acompañamiento pastoral de los jóvenes. Más tarde, se licenció en Biología, su segunda gran pasión, la vida.


A lo largo de su vida religiosa, la Hna Macu, ha trabajado como educadora, y posteriormente como Directora, en el Colegio Nuestra Señora del Carmen de Portugalete (País Vasco). Además, ha trabajado como educadora en el Colegio Santa Ana de Guadalajara, en el Colegio la Inmaculada de Peñafiel (Valladolid) y en el Colegio San José y Santa Elvira de Torrijos (Toledo). A su vez, ha sido Delegada de Pastoral Vocacional y Animación Misionera durante varios años, donde desempeñó una formidable labor.


En el año 2007, fue elegida, nombrada, y con gusto y calidad de servicio ella aceptó, el cargo de Hermana Consejera General, responsable del Ministerio Pastoral de Educación por las Hermanas Consejeras en el XXVI Capítulo General. A partir de este momento, se implicó en contagiar su entusiasmo en "educar solo por amor"por las distintos centros educativos que la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana tienen por todo el mundo. Fue tan ardua y satisfactoria la tarea que desempeñó que, en en el año 2013, fue nombrada de nuevo por las Hermanas Capitulares en el XXVII Capítulo General para desempeñar el mismo cargo que asumió con total compromiso y responsabilidad.


En el año 2016, apareció en su cuerpo lo que ella denominó siempre con una sonrisa, "el bicho". Desde entonces hasta hoy, nuestra Hermana Macu ha vivido la enfermedad con una gran paz y entereza, confiando plenamente en su Señor. A pesar de todo lo anterior, se incorporó a la Celebración del XXIX Capítulo General, donde presentó sus Memorias de este Sexenio. Cuando ya no pudo estar en la Sala Capitular, se retiró a su habitación... El día de la Celebración de Santa Ana y San Joaquín, hizo el esfuerzo de incorporarse a la comida compartida con sus Hermanas Capitulares, y por la tarde, desde su cama, escuchó el canto del gloría de la celebración. El 28 de julio, un día antes de su fallecimiento, las Hermanas se congregaron en su habitación para celebrar la Eucaristía, de la que participó de la Palabra y del Cuerpo entregado de Nuestro Señor Jesucristo. Durante este acto, sus palabras eran una y otra vez: "gracias, gracias gracias..." Al día siguiente por la mañana, la Hna Macu pasaba de este mundo al otro, acompañada en todo momento de sus Hermanas y, con la confianza de que el Señor Resucitado la acogerá en su Reino.


La Hna Macu pasó por el mundo haciendo el bien. Ha sido una mujer de Dios, ejemplo y presencia de Hermana de la Caridad de Santa Ana en el mundo, presencia educadora por todas las veredas que recorrió. Fue una mujer intelectual y sencilla. Apasionada por el mundo de la educación, apasionada de los Coles, de nuestros Coles, de los niños, esos pequeños a los que acostumbraba a agacharse para mirarles a los ojos. La Hna Macu apostaba por todos nosotros, especialmente por los más necesitados... Educó desde, por y para el amor. Su razón de educar era siempre entendiendo que la razón de educar era solo por amor. Insistió mucho en que nuestros centros, y esto es importante, fueran "colegios de segunda oportunidad". Espacios donde los niños y niñas tuvieran otra oportunidad para empezar de cero, sin ser juzgados, sin ser...


Descansa en paz, Hna Macu. Descansa y vive para siempre la presencia de Dios. Tendrás siempre nuestro cariño, nuestro recuerdo agradecido y nuestra oración. Sabemos que nos cuidas y que tu siembra sigue dando fruto.

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