Cuenco tibetano
Este curso, desde el Aula de Interioridad, hemos comenzado aplicando una nueva técnica de relajación. Se llama “Cuenco Tibetano” y se está llevando a cabo en todos los niveles. Lo ponemos en práctica cada curso después de su recreo. La responsable del Aula de Interioridad, Rocío Bernal, ha ido pasando por cada clase durante este primer mes para enseñarnos dicha técnica.
La relajación consiste en una vuelta a la calma, teniendo en cuenta que los latidos del corazón, el bombeo de la sangre y la actividad del cerebro están plenamente activados durante el tiempo de recreo. Al volver a clase, cuando nos sentamos, tenemos que conseguir que los latidos del corazón disminuyan; la sangre acuda a los lugares importantes para el proceso de enseñanza-aprendizaje; y el cerebro se concentre en una única actividad. Para ello lo que hacemos es dar la señal de inicio de la relajación con el sonido de un cuenco tibetano. Hacemos una respiración profunda, cerramos los ojos, adoptamos una postura meditativa en la silla y nos mantenemos así durante dos minutos. Al volver a sonar el cuenco tibetano hacemos otra respiración profunda, soltamos el aire y abrimos los ojos. De esta forma volvemos a la actividad mucho más serenos y concentrados.
Se trata, como decían nuestras abuelas, que estar en lo que hay que estar. Esperamos conseguir sosiego, concentración y conciencia plena en nuestros alumnos.