Feliz día de San Joaquín y Santa Ana.
Hoy estamos de fiesta. Celebramos el día de nuestros patronos San Joaquín y Santa Ana.
Nuestros Fundadores, el Venerable P. Juan Bonal y la Beata María Ràfols, eligieron un grupo escultórico de San Joaquín y Santa Ana, con su hija María, para acompañar su camino de Barcelona a Zaragoza, lugar este último donde fundaron la Congregación. Encontraron en ellos la inspiración para vivir la santidad no como una cuestión meramente individual, sino en grupo, en Hermandad, en familia.
Ellos recibieron, como don, una esperanza firme que nunca se agotó a pesar de los años y las dificultades, un amor-caridad imposible de olvidar, una sabiduría que todos podían percibir.
Estos tres dones forman parte de los bienes heredados por nuestros Fundadores y, a través de ellos, llegan hasta nosotros, Hermanas y Laicos de la Familia Santa Ana, para que podamos ser fieles a la Alianza de Amor que Dios nos invita a vivir en familia confiando en la ayuda de la gracia y en su intercesión.
Por tanto, desde sus orígenes, nuestra Congregación se acoge a la protección de Santa Ana y San Joaquín. Sus vidas humildes y sencillas son para todos los que pertenecemos a esta gran Familia, una llamada a revitalizar los valores del espíritu congregacional.
En un día como el de hoy, estamos todos convocados a la alabanza y la gratitud a Dios, que expresamos desde la presencia que tenemos en los cinco continentes, donde las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, junto con los Laicos con quienes comparten la vida, trabajan para ser y hacer personas de bien, siervas de Dios, mediación de Su Amor para tantas personas que viven, caminan y sufren junto a nosotros.
Como Congregación, como Familia Santa Ana, hemos recibido la Misión de ser, como el Señor Jesús, testigos del Amor del Padre.
Que, como San Joaquín y Santa Ana, como nuestros Fundadores, sigamos respondiendo fielmente a la llamada de Dios, dejándonos renovar por su Amor, configurándonos con el Señor Jesús, en la entrega sin límites, en total disponibilidad siendo ofrenda para los demás hecha, “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”.